

Who Gives the Most?
Season 2 Episode 5 | 1h 15m 7sVideo has Closed Captions
Alberto is concerned when Cristina reveals that she wants to start a family.
Alberto is concerned when Cristina reveals that she wants to start a family. An auction causes tension in the store. Someone has discovered that Blanca and Max are having an affair, and both must bear the consequences.

Who Gives the Most?
Season 2 Episode 5 | 1h 15m 7sVideo has Closed Captions
Alberto is concerned when Cristina reveals that she wants to start a family. An auction causes tension in the store. Someone has discovered that Blanca and Max are having an affair, and both must bear the consequences.
How to Watch Velvet
Velvet is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.
Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorship-Oye, gracias por esta noche maravillosa.
-Gracias a ti, que me has venido a buscar, me has llevado a cenar a un restaurante precioso y ahora me vuelves a traer.
-¨Y te beso antes de acostarme?
-Alberto no se ha visto a mi y a Carlos juntos.
-Pues si tiene un mínimo de corazón, le habrá dolido algo, aunque sea un poco.
- ¨Sabes que desde que llegamos de Roma no me ha venido él?
-Mañana, tuyo y una habitación en el Cibeles.
-Vas a dormir con él.
-Y si lo fuera a hacer ¨hay algún problema?
-No.
-Papá, papá, mamá quiere que vayas a casa.
-¨Cuántas veces te he dicho que no quiero verte por aquí?
-¨Creaste pruebas falsas para acusar a De la Riva?
No quiero que el apellido Tegui se vea mezclado en este asunto.
-Estoy dispuesto a darle a Raúl una segunda oportunidad.
-Pues si esto es una broma, no tiene ninguna gracia.
-Ojalá lo fuera.
Voto en contra.
-A favor.
-Tú decides.
-A favor.
-Pensé que estábamos juntos en esto.
-Tú y yo estamos juntos solamente en la cama.
-Me gustaría que entendieras que nos lo pasamos muy bien juntos, pero... -Pero nada más.
-Antes de que nos hagamos más daño es mejor dejarlo.
-Comodidad, calidad y sobriedad.
Son las tres líneas en las que hemos trabajado los uniformes.
-Si esos son los mejores diseños que pueden ofrecerme, no firmaré nada con Velvet.
Quiero trabajar con gente que cree en lo que hace.
-Teníamos algo que nos gustaba.
-¨Los anteriores bocetos?
- Aunque sea le presentaremos esos bocetos en la estación.
Señora Ortega, no quería que se fuera sin antes enseñarle algo.
-¨Estos bocetos son suyos?
-Sí.
-Es un trabajo estupendo.
Hablaré con mi padre en cuanto llegue a Barcelona.
Le diré que tenemos un trato.
[♪ Alba Lliure: "Falling in love"] [♪ música suave] -Buenos días.
¨Qué haces?
-Hemos salvado la colección.
-Has recuperado la colección.
-Ha vuelto Raúl de la Riva.
-Gracias a mí.
-La vida no sonríe.
-Ven aquí.
¨Y si tenemos un hijo?
Un pequeño heredero con tu carita y mi sonrisa.
-¨Qué?
¨Ahora?
-Bueno, ahora ahora... tendríamos que esperar nueve meses, más o menos.
Depende.
-¨No quieres?
-Sí, sí.
Me has pillado desprevenido.
-Vas a ser un padre maravilloso.
Siempre lo intuí, pero cuando te vi el otro día en el hospital con Lurditas, lo supe.
!
Es tardísimo!
Enrique y Bárbara vienen a desayunar.
-El heredero tendrá que esperar.
-Pero no mucho tiempo.
La cigu eña ya ha recibido el encargo.
Ni una palabra a mi padre.
-!
Buenos días!
-!
Felicidades, papá!
-¨Enrique?
-Sí, el niño se llamará Bárbara, ¨no?
- s poco temprano para felicitaciones, ¨no?
-No, cariño, que solo les estaba contando que hemos decidido ponernos a ello.
-¨Qué habéis estado haciendo desde que os casasteis?
-Bárbara, no voy a permitir que nuestra intimidad monopolice la conversación en el desayuno.
-Pues si no es vuestra intimidad, será la nuestra.
Cariño, feliz aniversario.
-!
Pero qué días!
Hoy es... - Di la verdad, si eso lo has dicho tú.
-No.
-Buenos días.
-A brelo.
-Buenos días.
-Buenos días.
-!
Guau!
Enrique es, es precioso.
-Vaya, con el poco tiempo que te dedica es lo mínimo, ¨no?
Todo se lo lleva Velvet.
-Pues debe ser cosa de familia.
-¨Nos vamos?
-Sí.
Hay que organizar los equipos de los talleres.
-Deja que lo organicen los diseñadores mejor.
-¨Los diseñadores?
El ególatra indomable y la pobre costurera.
Te fías demasiado de esos dos.
Que pases un buen día, cielo.
[♪ música alegre] -Dame un beso.
-Buen día.
-Chao.
-Chao.
-Lo sabía.
-¨Qué?
-Es tan previsible que es insultante.
¨Me pasas la mermelada, por favor?
-¨El qué?
-Que hay otra.
Cristina, hay otra.
-A ver, Bárbara, no digas tonterías.
Y, oye, ¨tú no decías que no te importaba que tuviese una aventura?
Bueno, y no me importaba, siempre y cuando fuera con fulanas de una sola noche.
Pero esto, esto es muy caro, Cristina.
Eso significa que le remuerde la conciencia, y eso sí que me preocupa.
-No, no, no seas fantasiosa, además ya has oído a Patricia.
Está todo el día en Velvet, no tiene tiempo.
-Te digo yo que hay otra, y voy a averiguar quién es.
-Ah, bueno, y si piensas que está con otra, ¨por qué no le has devuelto la pulsera?
-Porque puede que el amor no lo sea, pero una joya es para toda la vida.
[risa] -No sé si será casualidad, posiblemente lo sea, pero ¨no os parece que desde que han desaparecido los ridículos modelos de De la Riva está todo mejor?
Los modelos han desaparecido, pero Raúl de la Riva ha vuelto.
Buenos días.
-Los asombrosos hermanos Márquez.
-Buenos días.
-Y Enrique.
-Buenos días.
-Buenos días.
-Buenos días.
Espero que tu nueva etapa en las galerías esté a la altura de lo que mereces.
-Con el visto bueno de las aerolíneas y el retraso de la nueva colección no tenemos tiempo que perder.
-¨Vamos a ponernos de acuerdo en cómo dividir el trabajo en el taller?
-Que me suban el historial de los empleados -No, Enrique, no.
Raúl conoce las actitudes de las modistas mejor que nadie, y Ana también.
Nadie mejor que ellos va a organizar esos equipos.
Raúl, te reúnes con Ana y os ponéis de acuerdo, por favor.
-Por supuesto.
-Raúl.
-Sí.
-Bienvenido.
-Max, ¨ha visto a Ana por aquí?
-No.
-Doña Blanca, ¨ha visto a Ana?
-No, lo siento.
-Ya que la tengo aquí, ¨podría reunir a las modistas en unos minutos en el taller?
-Sí, claro.
-¨Está usted bien?
-Sí, ¨por qué?
-No sé, a mi regreso tenía usted un brillo especial en los ojos y ahora... Ahora todo ha vuelto a la normalidad.
-¨Ah?
¨A la normalidad?
Pues qué aburrimiento.
!
Ana!
[♪ música triste] Ah, ahí está.
Gracias.
Ana, que te llevo buscando por todas las galerías.
Pero... ¨Qué haces aquí sola?
-Te estaba esperando para entrar al taller, que es mi primer día.
-Ah, no me digas.
Ya lo sé.
Y si no te relajas, te vas a romper de lo tensa que estás.
-¨Tanto se me nota?
-Hombre, estás temblando como una hoja.
[suspiro] A ver, relájate los brazos.
Venga, respira hondo, sube la barbilla, coge aire, hincha el pecho.
Más, más, hincha más el pecho.
Sí, muy muy bien.
[risas] Por todos los santos, eres diseñadora.
Deja de pedir perdón por vivir.
Usted no estaba nervioso el primer día?
-Pues claro que estaba nervioso, estaba muerto de miedo.
Pero no dejé que me lo notaran.
O eso creo.
Y no me trates más de usted, ahora somos colegas y, además, [inaudible] -Gracias.
-Vamos.
Bueno, van a estar todas las miradas puestas en ti.
Tú tienes que mostrarte audaz, ¨mh?
Decidida, porque la vida es lo peor.
-¨Y si me equivoco?
-Cariño, somos artistas, nosotros no nos equivocamos, cambiamos de opinión.
-¨Has pensado ya cómo organizar los equipos?
-¨Cómo que sí he pensado?
¨Cómo que he pensado?
Que yo ya no soy tu jefe, que ahora somos compañeros de profesión.
Tenemos que organizarlo juntos, Ana.
-¨Cómo?
-¨Cómo?
-¨Cómo?
-¨Otra vez?
Pues haciendo dos equipos.
¨Cómo lo hacíamos de pequeños para jugar al fútbol en el colegio?
-No sé, nunca he jugado al fútbol.
-Y yo tampoco.
¨Por quién me tomas?
Oro.
-Plata.
-Oro.
-Plata.
-Oro.
-Plata.
-Oro.
-Plata.
-Oro.
-Plata.
-Oro.
-Monta y cabe.
-Claro, con ese piecito.
Te toca, has tenido suerte, elige.
-Muy bien.
-Rita.
-¨Qué?
¨Rita no?
¨Rita?
-Me has dicho que eligiera, si quieres cambiar.
-No, no, no, muy bien, Quédate con Rita.
Mi turno, Luisa.
-Pepita.
-Sagrario.
[♪ música alegre] -¨Qué tal?
-Sinceramente, su equipo es mejor.
[♪ música alegre] -¨Satisfecho?
-Uy, he creado un monstruo.
s mal que me tocó elegir a mí primero, ¨eh?
-¨Has visto la cara que se le ha quedado cuando me has llamado?
-Sí, casi se enfada de verdad.
-Sí.
-Luisa, era muy difícil que estuviéramos las tres juntas.
-Ya.
-Además, lo importante es que estamos juntas en la colección de doña Aurorita.
-Porque, porque tú sigues decidida a meter el dinero del concurso en el taller, ¨no?
-Sí, claro.
¨Por qué iba a cambiar de idea?
-No sé, porque las artistas sois así, volubles.
¨Cuándo hay que recoger el cheque del concurso?
-Esta tarde.
-Vale.
-Bueno, y luego nos vamos al Pausa a celebrarlo, ¨no?
-Claro.
-Pero nada de invitar, ¨eh?
Que el dinero es para nosotras.
-Bueno, eso ya veremos.
-Hola.
Rita, esto es para ti.
[♪ música alegre] -¨Qué es?
-¨Qué es?
¨De quién es?
-Es mío.
-Creí que era de Adolfo.
-Bueno, es para Adolfo, que estos días se está portando como un caballero.
-¨Y qué es?
-Unos guantes para trabajar.
-Qué romántica.
-Es que esa desgraciado a mí no me va a tomar el pelo, ni a mí, ni a ella.
-¨Usted no tendría que estar repartiendo el correo?
-Sí.
¨Qué?
¨Hoy no hay correo o qué?
-Sí, no, no sé.
Bueno, imagino que habrá, hay correo todos los días menos el domingo, pero es que... -No hay "pero" que valga.
Ocúpese de sus tareas y deje de espiar a sus compañeras.
-Don Adolfo es padre y tiene hijos.
¨Cómo?
-Adolfo, Adolfo, el novio de el novio de Rita.
Usted sabe.
Tiene que saber quién es.
El alto, parece como alemán, el rudo.
El tema es que él está haciéndole daño a Rita.
Y es que yo no me lo puedo permitir, porque yo a Rita la quiero, la quiero como si no hubiese un mañana.
Pero la tengo que querer como amiga, porque encima me va a casar y yo encima no me puedo... Bueno, el tema es que no lo está, Adolfo no lo está haciendo bien.
No, no, sonar no suena... -¨Cómo va a sonar?
Si es que suena fatal.
Encima, si yo eso lo digo, no me va a hacer caso, a mí no me hace caso nadie, nunca.
-Pedro, le voy a dar un consejo.
No se meta en los asuntos de pareja.
El que lo hace sale siempre escaldado.
-Gracias.
-Pedro, te llaman en la entrada.
-Voy.
[♪ música alegre] -!
Primo!
-!
Primo!
-Pero, pero bue... -¨Cómo estás, Pedrito, primo?
-¨Te hacía por la tarde aquí?
-Cuánto tiempo.
Pareces el paja de los reyes magos.
Solo te vemos por Navidad.
-Sí, la... Perdón.
¨Te has preparado bien la entrevista?
Ten mucho, mucho cuidado, porque don Emilio, don Emilio es mucho, don Emilio, que aquí... Te digo una cosa, aquí no entra cualquier dependiente así, porque sí, ¨eh?
-Bueno, si has preparado tú.
¨Cómo?
-Que sí, Pedrito, que sí, tranquilo, lo traigo todo... -!
Ah, Max!
Te voy a presentar a mi primo Jonás, es del pueblo.
Viene a cubrir la vacante de vendedor.
-Max.
Pues mucha suerte.
-¨Suerte?
Sé cómo tratar a las clientas.
Las mujeres no tienen secretos para mí.
-Qué bien, porque yo cada día las entiendo menos.
-Pues si no las entiendes tú... Mira, te voy a enseñar el resto de las galerías, ¨vale?
En esta zona de aquí -Oye, qué majo es Max, ¨pero cuándo me vas a presentar a una de las mozas?
-Aquí no hay mozas, aquí se viene a trabajar.
En esa zona de allí tenemos una zona de zapatería.
Arriba tenemos la zona de joyería.
Y en nada, te digo, va a entrar una nueva colección.
Así que si finalmente entras, te vas a tener que leer un par de revistas de moda.
Tres, cuatro, lo sumo.
-Pedrito, no te gires.
-¨Qué ha pasado?
-No mires, no mires.
-¨A dónde?
-Esto va a ser muy duro para ti, ¨eh?
-¨Por qué?
¨Por qué?
¨Por qué?
!
Clara!
!
Clarita!
Está ahí.
Qué poca vergu enza.
Qué está ahí con otro.
-Pues si da igual.
-¨Qué?
¨Ya no estás con Clara?
-Que no, que me voy a casar con Rosamari.
-¨Qué?
-Sí.
Es de mentira, pero bueno, nadie lo sabe.
Te voy a enseñar la zona donde está el jefe, don Alberto.
-Mateo, que hay gente.
-¨Y si no vamos a trabajar hoy?
-No digas tonterías.
-¨Qué tontería?
Imagínate, tú y yo solos en casa, encerrados durante días.
-Sí, claro.
Y tu madre y tus tías trayéndonos la merienda, ¨no?
-Me independizo, Clarita.
-¨Qué?
-Estoy buscando piso en el centro.
Piso al que usted, mi querida secretaria... -Y novia, porque soy tu novia, que no se te olvide.
-Sí, sí, sí, como quieras.
Está invitada a pasar cuando le plazca.
Agradecería cierta asiduidad.
-Es que eres un golfo.
Pero eres mi golfo.
[♪ música suave] -Hombre, Carlos, ¨qué te trae por aquí?
Tenemos problemas.
-Clara, localiza a Patricia y a Enrique.
Los quiero a todos en la sala de juntas.
-Sara Ortega me acaba de llamar.
Su padre está en Nueva York negociando con Bloomingdale's.
-¨Negociando el qué?
-Se ve que los americanos les han hecho una propuesta muy buena y en unos días les mandarán sus bocetos.
-¨Qué vamos a hacer?
-Demostrarles que somos los mejores, que nos importa ese contrato y que vamos a hacer todo lo posible para conseguirlo.
-¨Ah sí?
¨Y cómo?
Porque estamos a seis mil kilómetros.
-Entonces viajaremos a Nueva York.
-¨A Nueva York?
Voy a llevar esos modelos y les vamos a hacer una presentación que no podrán olvidar.
-No, no vas a hacer absolutamente nada.
¨Vas a pagarlo tú el billete a Nueva York?
Porque con el finiquito de Lorenzo y las nuevas exigencias de Raúl no tenemos dinero para eso.
-Tenemos dinero, Enrique.
-Para eso, no.
No tienes mi autorización.
Si quieres ir a Nueva York, consigue el dinero por tus medios.
Disculpa, Carlos.
[puerta se abre] -Cariño.
-¨Qué hacéis aquí?
-Venía a buscar algo de ropa para acompañar tu regalo.
-Claro, que lo apunte en mi cuenta.
-Yo voy a aprovechar para ir a ver a Alberto.
Adiós.
-¨Mucho trabajo?
lo normal., Todo se ha complicado un poco esta mañana, pero bien.
-Don Enrique.
¨puede acompañarme un momento?
-Sí.
Disculpa.
-Bárbara, ¨qué haces aquí sola?
-Mi marido, siempre tan solícito.
No le importa dejarme con la palabra a la boca, aunque sea por atender a un simple vendedor.
-Bueno, acaba de llegar a las galerías y tiene que ganarse el respeto de sus empleados.
-Mientras solo sea eso.
-¨No creerás que...?
-Cariño, es un hombre.
Pensar lo contrario sería una ingenuidad.
-Bueno, yo no creo que -Que mi marido tome solomillo todos los días en casa no significa que no le guste tomar una tapita de tortilla grasienta de vez en cuando.
-Buenos días.
-Hola, buenos días.
Vaya lío, ¨no?
-¨Se lo has contado?
-Sí, le he contado, sí.
-Podemos concertar una cita con él a su vuelta.
Yo creo que en dos semanas estarían listos los uniformes.
-No hay tiempo, tenemos que hacerlo antes.
-Ya, pero es que ahora mismo no tenemos ni los patrones.
Como mucho, podemos mandar los bocetos por correo.
-No, tenemos que buscar un golpe de efecto.
Tenemos que mirarle a la cara.
Tenemos que estar allí y presentarle nuestros bocetos antes de que los americanos les apabullen con sus diseños.
-Ya se ha oído, Enrique.
No hay dinero.
-Dime una cosa que no sepa, Mateo.
-¨Qué quieres que te diga?
Clara ha estado mirando billetes y cuestan casi 20 000 pesetas.
Como no recemos a San Pancracio, robemos un banco o yo qué sé, que Cristina empeñe sus joyas, malvamos.
-¨Perdona?
-Un momento, un momento.
-Quizás sí.
-Es una broma lo de las joyas.
-Oye, lo de mis joyas... -Vamos a empeñar las joyas.
Las de mi padre.
Modelos clásicos de colecciones anteriores.
Esto es una joya.
-¨Estás seguro, Alberto?
Esto no es solamente moda, también es historia y pasado de las galerías.
-Es historia.
Y vamos a utilizar el pasado para construir el futuro.
-Sí, eso está muy bien, pero es que no tenemos tiempo.
Hay que hacer un evento para hoy, convocar a la prensa... -Yo me encargo.
Sí, sí, sí, sí.
Puedo hacerlo.
Si llevo toda mi vida organizando las mejores fiestas de Madrid, quiero ayudar.
Además, Bárbara puede echarme la mano.
-Lo dejo en tus manos, Cristina.
Ana, busca a Elena y vamos a reunirnos en mi despacho.
Tenemos que encontrar una forma impactante de presentar la colección.
No nos pueden decir que no.
Vamos a conseguir ese contrato.
[♪ música alegre ] -Dios, sabéis que entiendo poco de moda, ¨pero estos vestidos no son antiguos?
-!
Enhorabuena, Enrique!
!
Vas aprendiendo!
-¨Y qué estáis haciendo con ellos?
-¨Que Alberto no te ha dicho nada?
-Una subasta.
-¨Tienes una idea mejor?
-Pues hombre, que asumas que has perdido a nuestro mejor cliente, el mismo que nos iba a sacar de la ruina.
Te estás agarrando a esto como a un clavo ardiendo.
Ortega no va a comprar nuestros diseños.
Hemos llegado tarde.
Tal vez este sea un buen momento para que te plantees si estás haciendo bien tu trabajo.
-Y me tendría que fijar en ti para mejorar.
¨Qué has hecho tú por estas galerías, Enrique?
-Oye, pero tampoco te lo tomes así, es un consejo.
Al fin y al cabo somos familia y la familia se ayuda.
-¨Quieres ayudarme en esto?
No te metas.
-¨Y al menos vas a dignarte a explicarme lo que tienes en mente?
¨O me tengo que fiar de ti?
-Será un gran evento, sin duda.
Nos dará publicidad gratuita y conseguiremos recaudar lo necesario para comprar los billetes.
-¨Y este gran evento lo vais a dejar en manos de su mujer y de la mía?
-No.
Yo voy a supervisar todos los cambios.
-Clara estará con ellas.
Conoce las galerías a la perfección.
-Pues ya está.
-¨Con esas dos?
¨Pero tú estás loco?
-Solo serán dos días.
-Sí, claro.
¨Y quién hace mi trabajo normal?
-Pues tú.
Ahora no podemos permitirnos parar.
-!
Hala!
Ponme un morral y una silla y burra de carga total.
-Te pagaremos un extra.
-Pero es que pensaba que íbamos a buscarte piso.
Mira, desde que he llegado te he buscado y he encontrado... -Pues vaya manera de trabajar, ¨no?
-Mateo, no me calientes.
-No me calientes tú a mí.
Esto es una emergencia.
Todos tenemos que arrimar el hombro.
-Muy bien, pues te vas a buscar el pisito tú solo.
Y te lo advierto, ¨eh?
No les pienso pasar ni esta a esas dos.
Al más mínimo desprecio te juro que me voy y... -Don Emilio, eh, mi primo el del pueblo que viene a cubrir la vacante de vendedor, ¨se acuerda?
-Claro que me acuerdo perfectamente, encantado de conocerle.
Su primo me ha hablado muy bien de usted.
-Y a mí de usted.
-Bueno, vamos a ver bien, ¨tiene alguna experiencia en atención al público?
-He hecho de monaguillo y me he encargado de la rifa, la fiesta del pueblo.
-Oh.
-Es un alivio, ¨sí?
-Sí, un alivio para todos, pero sobre todo tiene muchas ganas de conseguir el puesto de trabajo, ¨verdad?
-Y si no están amigos, no pasa nada, me vuelvo al pueblo sin rencores.
-Madre mía, madre mía.
-Es broma, primo.
Lo he visto un poco tenso y a ver si se ha aflojado un poco, ¨sabes?
Un manojo de nervios.
lio, si yoer, don Emi ya sé que para trabajar aquí lo que hace falta es tener el PASE.
-¨El PASE?
-Puntualidad, aseo, seriedad y educación.
!
El PASE!
-Así es, así es, exactamente, sí, así es.
-Eso se lo he enseñado yo.
-Sí, pues en lugar de presumir, más le valdría aplicarse el cuento, porque la puntualidad no es precisamente una de sus mayores virtudes.
Bien, estará a prueba una semana.
Y si cumple con el PASE, el trabajo es suyo.
-Muchas gracias, don Emilio.
No se arrepentirá.
-Eso espero.
Eso espero.
Bien.
Muéstrele cuáles son sus tareas, preséntele a los compañeros y que le entreguen el uniforme.
mos, ¨a qué esperan?
A trabajar.
-Si me viera madre, qué elegancia, primo.
-Primo, tú pruébatelo, a ver qué tal.
Venga, pasa.
-Como te estás portando bien últimamente, te he traído un regalito.
-Mejor regalo es verte cada día, guapa.
-Pues nada, si quieres lo devuelvo y dinero que me ahorro.
Que total, para cómo está la vida.
-No, no, rubita, no, no.
Vamos a ver qué me he ganado.
-Cuentista.
Para que cuides esas manos tan bonitas que tienes.
-Pues yo no sé si este regalo va a ser más para mí o para ti.
¨Eh?
-Eres un pulpo.
-¨Tú sabes que se pilla antes a un mentiroso que a un cojo?
¨Y que la mentira tiene unas patas muy muy muy cortas?
¨No lo sabías?
Pues te lo digo.
Bueno, tampoco es tu caso, porque tú tienes las patas bastante largas.
¨Sabes lo que tienes, no?
¨Quieres que te lo diga?
Mujer e hija, eso es lo que tienes.
-Pedro, ¨qué estás diciendo?
-Que tiene mujer e hija.
¨Mujer e hija?
-¨Yo?
-Tú, no te hagas el nuevo, por favor, Adolfo.
Que te he pillado con tu cría, que me daría vergu enza.
Vergu enza me daría en tu situación.
Así que ya puedes estar pidiendo perdón y te marchas de aquí.
-Era mi sobrina.
-¨Cómo?
-La hija de mi hermana Encarna.
-Pedro, se acabó.
Adolfo es mi novio, nada de lo que digas puede cambiar eso.
-Te prometo que te está tomando el pelo ahorita.
- !
No!
Me quiere y me respeta y lo demuestra cada día y a cada momento.
Y por primera vez en mi vida un hombre me hace feliz.
Que lo he pasado muy mal, Pedro.
Lo he pasado muy mal y... y creo que por una vez me merezco vivir algo así, ¨no?
[♪ Steve Vaus: "For you love"] -Oye, primo.
-Dime.
-Que a lo mismo ha habido un error.
-Sí, sí, te queda corto.
-Doña Blanca, por favor, escúcheme, yo no quiero tafetán.
Si hubiera querido tafetán, le hubiera pedido tafetán, pero yo no quiero tafetán.
Quiero lanas, lanas con textura.
-El tafetán es ligero y tupido, y lo más importante, señor De la Riva, lo tenemos aquí.
-Elena, por favor, un momento.
¨Puede acercarse un segundo?
Sea un segundo.
Si yo le pregunto, le hablo de una tela con textura... -Sí.
-...cien por cien natural, con caída, que abrigue, ¨en qué piensa?
-En una lana, un muero, un cachemir... -!
Lana!
!
Lana!
Es lo que quiero.
Voy a preguntar a don Emilio, a ver si me ayuda.
-¨Cómo se atreve a desautorizarme ante el señor De la Riva?
-¨Perdón?
-Disculpe.
Doña Elena, menos mal que la encuentro.
Don Alberto está esperándonos.
Urgente.
-Ah.
[golpes en la puerta] -Adelante.
-Don Alberto.
-Pasad, por favor.
Muchas gracias por venir tan pronto.
No era para menos.
Ana me ha puesto el día.
-¨Ha pensado ya que le va a llevar el señor Ortega?
-No.
Para eso os he llamado vosotras.
Sé que no tenemos mucho tiempo, pero tenemos que encontrar la forma de diferenciarnos de los americanos.
-Bueno, yo tengo algunas ideas y doña Elena también tiene propuestas.
-Doña Elena.
-Sí.
-¨Está bien?
-Sí, se me ha ido el santo al tilo.
-Dice Ana que tiene algunas propuestas.
-Ah, sí.
En Cuba conocí a un diseñador americano que lo hacía así.
Y es como lo hacen en Los A ngeles.
-No nos vale, tenemos que hacer una cosa distinta.
No podemos hacer lo mismo que Bloomingdale's.
-Pues supongo que presentar bocetos con muestrarios de telas y paletas de colores va a servir de poco, ¨no?
-No, no os voy a engañar, las cosas no pintan muy bien para Velvet.
Lo único bueno es que no tenemos nada que perder, así que podéis arriesgar, por lo que os parezca.
-Ya, pero no podemos presentar la colección sin que vean los uniformes, ¨entiendes?
-Tiene que haber una forma, tiene que haber algo, una forma que lo pueda ver, que lo pueda visualizar.
Se lo tenemos que poner fácil.
-¨Muñecas?
-¨Cómo?
-Podemos presentar los uniformes en muñecas.
Yo lo hacía cuando era pequeña.
No es lo mismo, pero mejor que un simple boceto es.
-¨Cuánto tardaríamos en tenerlas preparadas?
-Eso mañana mismo podría estar.
-Me gusta mucho.
Tienes que venir conmigo a Nueva York.
-Pero si la subasta sale mal, no habría dinero ni para su billete.
-La subasta va a salir muy bien.
Va a ser un éxito y tú vas a venir a Nueva York porque tú tienes que presentar esos modelos.
-Tienes razón, Ana.
Son tus bocetos.
[Risas] -¨A Nueva York?
-Sí.
Bueno, pero hoy no puedo ir al Pausa, tengo que preparar los diseños para mañana.
-Pero no pasa nada.
-Ay, ¨te imaginas?
El Empire State.
Ay, Rita, ¨cómo se llamaba aquella película en la que fuimos a ver que salía?
-¨Qué?
-"Tú y yo".
-"Tú y yo" ¨qué?
-Rita, la película Rita, ¨qué te pasa hoy?
-Nada, pues estoy escuchando "Nueva York".
-Sí, pues cualquiera diría que no te alegras por Ana.
-Me alegro y me muero de envidia, pero es que estaba pensando en otra cosa.
-¨Adolfo?
-Peor.
-Pedro.
-Pedro.
-Montó un numerito con Adolfo, de verdad, absurdo.
-Porque está celoso.
-No.
No y no volváis con esas, ¨eh?
Que Pedro va a casarse con Rosamari.
Así que deja de preocuparte por esa historia y preocúpate por ti.
-Por mí ¨por qué?
-Alberto y tú solos.
Que Nueva York va a ser Nuevo París, Ana, no te hagas la tonta, por Dios.
-Que no.
Que no, que el pasado pasado está.
Oye, Luisa, ayúdame tú con esta, ¨eh?
-No, no, si está todo claro.
Pedro no está celoso de Adolfo.
Lo tuyo con Alberto es pasado.
-Controlado, dices.
-Está controlado.
Eso no te lo crees ni tú.
¨Y París qué?
-París.
París hace mucho tiempo de París.
No lo vayas a comparar.
Además, Cristina y yo estamos en otro momento.
Estamos... Ella quiere... No sé... Cristina quiere que tengamos un heredero.
[♪ "Season ticket to my heart"] -Un Alberto junior entre nosotros, no veo el día, la verdad.
Lo has dicho con una ilusión... -Yo siempre he querido ser padre, pero si te digo la verdad, me da la sensación que ahora no es el momento.
[♪ "Season ticket to my heart"] -¨Se lo has dicho a ella?
-No.
Pensándolo bien, ya no somos unos críos, Mateo, y... si tú ya puedes dejar de vivir con tus madres e irte con Clara por tu cuenta... -Hey, un momento, no.
No me voy con Clara.
Me voy solo.
Un pisito de soltero.
Que vaya a comer con mis madres todos los días, es una cosa.
Luego tendré una visitante asidua.
Soltero.
Soltero.
-Yo creo, Mateo, que igual un piso se te queda pequeño.
Yo empezaría a mirar los chalets en el [inaudible], que igual a lo larga te conviene más.
-¨Dónde estabas?
-Era un retraso.
Que no estoy embarazada.
-Bueno.
Bueno, no te preocupes, mujer.
Si yo tarde muchísimo, también.
-Ya.
Qué tonta, ¨no?
Me había hecho ilusiones demasiado pronto.
-Que no, que no pasa nada.
Es esto, con un poquito de paciencia y un poquito de, ya sabes, se soluciona y dentro de nada estarás comprando vestidos premamá.
Es cuestión de tiempo, mujer.
-Uy, tiempo.
Pues eso es precisamente lo que nos falta.
Que don Emilio nos está esperando y ya vamos tarde.
-Muy bien.
Esa es la actitud.
-Yo creo que tendríamos que poner las sillas aquí, en dos bloques.
Ah, y vamos a necesitar maniqués para los vestidos.
-Clarita.
-El atril ¨dónde quiere...?
-Hay que llamar para informar al "ABC".
Y a "Pueblo" y a "Ya" también, que no se te olvide.
-Muy bien.
s, pues yo creo que "Hola" y "Siluetas".
-Anotado.
-Por si acaso, también "Diez minutos" y "Garbo", sí.
-¨Algo más?
-No, nada más.
Muchas gracias, Clarita.
Estás sirviendo de mucha ayuda.
Por cierto, tú eres la actual novia de Mateo, ¨verdad?
-Sí.
¨Por?
-No.
Bueno, pues, fíjate, aun siendo de mundos tan distintos, tenemos algo en común.
Yo sí que tuve una relación con él, hace algún tiempo.
-Mateo es un hombre con demasiada experiencia.
-Y un adulador.
Mateo siempre me decía que era la mujer más guapa de todo Madrid.
-Porque no me conocía a mí.
-!
Clarita!
-¨Sí?
-¨Tenemos sillas suficientes para la subasta?
-Sí, hay muchas y de varios modelos.
-Pues súbete unas diez o 12 al despacho.
De muchos modelos.
Para verlas.
Gracias.
[risas] -Camina mejor quien va mirando a las estrellas, Pedro.
-No lo he entendido, don Emilio.
No, es que estoy pensando en mis cosas.
-Cualquiera diría que no se alegra por lo de su primo.
-Me alegro, me alegro y de verdad que le estoy muy agradecido, don Emilio.
Está instalándose en la habitación, está todo bien, estoy feliz.
-¨Qué le pasa?
No me diga más.
Rita.
-¨Se acuerda que me dijo que no me metiese en relaciones?
-Y has salido escaldado.
-Y no se fía de mí.
No se fía de mí.
Soy Pedro Infantes.
Soy su amigo.
Soy su amigo del pueblo.
Soy su mejor amigo, don Emilio.
-¨No le queda más remedio que esperar a que ella abra los ojos por sí misma?
-No, no, no.
Yo no puedo dejar que ese canalla le esté tomando el pelo.
No, no.
Necesito algo.
Necesito una prueba.
-Lo único que le podría mostrar a Rita es su ficha laboral, porque ahí consta el estado civil.
Claro que eso es algo a lo que usted no tiene acceso.
-No, no.
Yo no tengo acceso a... Es imposible.
Aparte está en los ficheros de Clara y claro... -Y, naturalmente, Clara no tiene autorización para dárselos a usted.
Lo que podría pasar es que, como Clara está tan ocupada con el asunto de la subasta, usted podría acercarse al fichero y quedarse con la ficha sin su permiso, que sería una falta gravísima.
-Ahí voy.
Ahí voy.
Es una falta.
Yo no puedo entrar en esos ficheros, don Emilio.
Es imposible.
Ah, ya...
Lo que usted me quiere decir es que... ¨no?
¨Qué me quiere decir?
-Pedro, cuando Dios le echó al mundo, qué faena me hizo.
[♪ música divertida] -Adiós, Clarita.
-!
Clara!
!
Clarita!
-Bueno, pues esto es el Pausa.
Por ahí están las dependientes de las tiendas de la zona y por allí las modistas.
-Pues hay buen ganado, ¨no?
- Sí.
-¨Hola?
¨Qué pasa?
¨No te acuerdas de mí?
-Hombre, Jonás, ¨qué tal?
-¨Qué pasa, Margarita?
-!
Rita!
!
Rita!
-Pero si te llamas Margarita.
-¨Cómo que Margarita?
¨Qué te llamas Margarita?
-Margarita es cosa del pueblo.
Aquí soy Rita.
-!
Claro que sí, Margarita!
¨Y tu amiga es?
-Luisa.
Se llama Luisa.
-Encantado.
-¨Puedo hablar contigo un momento?
-Si me vas a hablar de Adolfo.
-Es que tengo pruebas.
-Pedro, tengamos la fiesta en paz, por favor, te lo pido.
-Es que mira que es cabezota, ¨eh?
Mira que es cabezota, pero a mí no me gana como duro de mollera.
A mí no me va a ganar.
-Doña Elena, ¨puede ir cortando las telas mientras sigo con los patrones?
-Hola.
Pero cómo?-¨ -Me ha abierto un compañero.
Me dijo que seguías aquí, pero no que estabas acompañada.
-Hola.
-Ella es Doña Elena, la jefa de taller de la colección.
Y Carlos es... -Un amigo.
-¨Qué tal, Carlos?
-Muy bien, encantado.
-Además de piloto de AIRSA, nos está ayudando mucho para que la colección salga adelante.
-¨Ah, sí?
No me digas que ha venido a echarnos una mano.
-No, no, no, me temo que no sé ni enhebrar una aguja, no.
Imaginé que con todo este lío Ana no habría tenido tiempo de parar a cenar y... -Ah.
-Pero por supuesto, usted está invitada.
-Ah, muchas gracias.
Yo voy a aprovechar y voy a ir a cambiarme porque la noche va a ser larga.
-Muy bien.
-Nos vemos.
-Gracias.
Así que aquí nos tienes jugando a las muñecas.
Oye, ¨tú crees que eso funcionará con el señor Ortega?
-No tengo ninguna duda.
Formáis buen equipo, Alberto y tú.
, tenemos nuestras diferencias a veces, no te creas.
Es que es difícil llegar a entenderse del todo y como la última palabra siempre tiene que ser la suya, pues... -Es normal, es el jefe, Ana.
Pero parece buen tipo.
-Aunque a veces... Pero bueno, él siempre sabe lo que quiere y no suele equivocarse.
Sabe lo que hace.
¨Qué?
ue ya me gustaría que ni esas afatas hablaran así de mí.
-!
Ay, Carlos!
Oye, Carlos, !
estáte quieto, hombre!
-Si no habéis terminado, puedo seguir haciendo cosas abajo.
-No, no, soy yo quien se va. Seguro que tiene mucho trabajo que hacer todavía.
-Sí.
-Así que nos vemos mañana.
- Sí.
-Buenas noches.
-Buenas noches.
-Buenas noches.
Hasta mañana.
-Tu amigo es encantador, ¨eh?
Y guapo.
-Sí, lo es.
Pero no es mi amigo.
-Bueno, lo supuse porque no sabías cómo presentármelo.
Pero no pienso decir nada a tu tío, ¨eh?
En cuestiones del corazón, soy una tumba.
-No es por eso.
Es que no me quiero precipitar.
-No quieres que te rompan el corazón.
Pero tú eres joven.
A veces el amor es eso.
Precipitarse.
-Lo sé, lo sé.
Yo ya estuve enamorada una vez, pero me dejó y se casó con otra.
-Lo siento.
Es Alberto, ¨verdad?
[♪ música sentimental] Soy una tumba.
Recuérdalo.
-No te rías de esas cosas que está feo.
Una por otra.
-Hola.
Luisa, ¨verdad?
Oye, una pregunta, ¨tú crees en el amor a primera vista o tengo que volver a pasar?
-Qué bonito.
-Pero bueno, ¨y esas caras?
!
Que estamos de fiesta, hombre!
-No está el horno pa' bollos, primo.
-Tú que siempre has sido un triste toda la vida.
-A ver, ¨a ti qué te pasa?
Un lío de faldas, no me digas mal.
Pero bueno, ¨eso desde cuándo ha sido un problema?
Si una mancha de mora, con otra mora se quita.
La manera más eficaz de recuperar a una mujer es liándote con otra, te lo digo yo.
Y si no funciona, pues una alegría que te has llevado y otra cosa mariposa.
Esa de ahí, que hace un rato que no te he quitado ojo.
¨Por qué no te lanzas?
Tres vermouths, invito yo.
[♪ música alegre ] [♪ música alegre] -Buenos días.
-Venga señoritas, cinco minutos.
-Por favor, espera a que Doña Blanca se marche para salir.
-Me da igual que se hayan acostado tarde, si están para las duras, están para las maduras.
Va... Pero qué falta de respeto es ésta.
!
Sabe perfectamente que aquí hay unas normas que no puede infringir con semejante descaro!
!
Está terminantemente prohibido pasar la noche en un dormitorio que no sea el suyo!
-No parecía importarle tanto cuando salía de su habitación.
[♪ música alegre] [grito] -Tú o yo... -Ay, ay.
Ay, ay, ay.
No te crees que yo... -Porque yo... -No, no, no, no, sí, sí, sí, yo tampoco me acuerdo y... Más quisiera.
-Bueno, pues mejor, ¨eh?
Como si no hubiese pasado.
¨Y ahora te importaría marcharte?
Ni se te ocurra contarle esto a nadie.
-No, no, no.
Yo ni mu.
-¨Qué haces?
¨Qué haces?
-No te lo vas a creer, pero no... que encuentro los calzones.
-Vete.
-Bueno, pues si los encuentras ya, sí, eso ya.
[♪ música alegre] [♪ música seductora] -No hay nada que me guste más que empezar el día con un buen desayuno.
o, tu mujer debe andar revoloteando por aquí.
-Pensé que eso era lo que te excitaba del asunto.
-Cree que la estás engañando.
-Qué perspicaz.
-Me lo dijo ella.
-Entonces no sabe que eres tú.
-Cielo.
-Buenos días.
-Buenos días.
-No te veía madrugar tanto desde nunca.
-Hay tantas cosas que controlar, Pichín.
-Pues os dejamos controlarlas y nos vamos a trabajar.
-Adiós.
-¨Y si fuera esta?
-¨Patricia?
Pero bueno, Bárbara, si es mi cuñada.
¨Tú tendrías un lío con tu cuñado?
-¨Con Alberto?
!
Claro!
!
Por supuesto!
-Pero... Yo creo que hemos elegido bien, pero no queríamos confirmar los vestidos a subastar hasta que no dieras el visto bueno.
-Quería, perdón, mirar unas telas, pero puedo venir luego.
-No molesta, tranquila.
-Gracias.
-La verdad que habéis escogido modelos históricos.
-Bueno, queremos que los maridos vacíen sus billeteras, ¨no?
[♪ Robert J. Walsh: "Just one more day"] -¨Qué te pasa?
-Ese modelo está inspirado en mi madre.
Por lo visto el día que se conocieron llevaba un vestido parecido.
Mi padre siempre me hablaba de ese momento.
De lo nervioso que estaba.
Los nervios de la primera cita, decía.
Claro, decía que cuando la vio aparecer así, se dio cuenta que era la mujer de su vida.
-Entonces se queda en Velvet.
Es donde tiene que estar.
Nos traerá suerte.
-Pero entonces tendremos que buscar otro vestido.
-Sí.
[♪ Robert J. Walsh: "Just one more day"] -Perdón.
Qué bien que les encuentro les dos juntos.
Los diseños están listos.
-Ah, perfecto, Ana.
Bueno.
-Pero esto es... Esto es... ¨Esto lo has hecho tú?
-¨No te gusta?
[suspiro] [risas] -Son increíbles, son preciosas.
Enhorabuena a los dos.
-Si con esto no convencemos al señor Ortega, quiere decir que está loco.
Pero si hasta yo tengo ganas de jugar con las dos.
-Lo único que tenemos que intentar es que esta noche la subasta vaya bien y mañana, rumbo a Nueva York.
[♪ música alegre] -Hey, Rita, no te lo vas... -No te lo vas a creer.
-¨El qué?
¨El qué?
!
Que me vas a tirar, Rita!
-Pues que ha perdido el cheque.
-No lo he perdido, estaba en el bolso.
-¨Y el bolso?
-Lo he perdido.
-Mira, me entra el sofoco sólo de pensarlo.
¨Pero y esto qué es?
-¨Tú estás segura de que volviste con el bolso?
-Que no lo sé, no me acuerdo.
- Luisa, últimamente... -!
U ltimamente estás como vaca sin cencerro!
-!
Que ha sido un accidente!
¨Qué pasa?
¨Que a vosotras nunca se os ha perdido nada?
-Pero si lo que menos nos importa ahora es el cheque.
Nos preocupas más tú.
-Bueno, pues si es por eso, no tenéis por qué.
-No te reconozco, ¨eh?
-Parece mentira que no entendáis por lo que estoy pasando.
-Pues claro que sé por lo que estás pasando, pero creo que saliendo todas las noches... -Y bebiendo.
-Y perdiendo el control no solucionarás nada.
-Bueno, pues me lo paso mejor.
Mejor que con este sermón de madre.
-¨Y ahora dónde vas?
-A buscar el cheque, que es lo único que os importa.
-Y encima, deslenguada.
-Muchas gracias.
Y para lo que necesite, Jonás Infante, su seguro servidor.
Buenos días.
-¨Dónde está mi cheque?
-Buenos días.
¨Qué cheque?
-El de mi premio.
Estaba en mi bolso.
-Yo no te he robado nada.
¨Qué clase de persona crees que soy?
-Bueno, pues a lo mejor tú te acuerdas de dónde dejé el bolso.
-¨Habrías empezado por ahí?
-¨Entonces?
-Ninguno de los dos nos acordamos de nada, ¨no?
-Esto pone tu nombre.
-Que no seas cotilla.
-Bueno.
[♪ música triste] -¨A dónde vas?
-A perder la cabeza.
-!
Hombre, rubita!
-¨Me puedes explicar qué es esto?
!
Que estás casado y tienes cuatro hijos!
!
Cuatro!
Desde que te conozco lo has hecho más que mentir, [inaudible], sinvergu enza!
-Perdona, ¨está todo bien?
-¨Pues lo has dado tú, Pelele?
-!
Déjale que estás hablando conmigo!
!
Yo pensaba que eras un hombre amable y sincero y que me querías!
!
Lo único que querías era un alcance y te he visto en un acuerdo!
!
Pues como eres [inaudible], no quiero volver a verte en la vida, ¨me entiendes?
!
En la vida!
[quejido] -Don Emilio, esto no es lo que parece.
-No se moleste en mentir, señor Valor.
Lo he visto todo.
-Ustedes dos, luego hablaremos.
Usted queda despedido.
-Yo se lo puedo explicar.
-!
Fuera!
Fuera.
-Rita.
¨Estás bien?
-Y si al final me va a dar pena y todo subastarlos.
Son maravillosos, Bárbara.
Tienes muy buen gusto.
-¨Y ahora te has dado cuenta?
Si a mí siempre me han llamado... -Devora hombres.
-La Coco chanel de Guipúzcoa, Clarita.
-Perdón.
-No, no te preocupes.
-Sí Mateo nunca ha sido famoso por su discreción.
hecho, le encantaba morderme el lóbulo de la oreja en público.
¨A ti también te lo hacen?
-Bueno, ya está bien, Bárbara, ¨no?
Deja en paz a la pobre chica.
-Pobrecita, si estás una marrana.
-!
Raúl!
Hemos pensado, ¨verdad?
Que necesitamos a alguien que presente los modelos y que controle la puja, y creemos que no hay nadie mejor que tú para hacerlo.
-Cristina, no.
Me siento muy halagado, pero... -No, bueno, pues ni hablar de qué lugar va a estar lleno de fotógrafos y de periodistas y que tu cara mañana estará en todas las revistas y periódicos del país?
-Qué arpía eres como sabes lo que me gusta una cámara.
-Eso es un sí.
¨Cuál de los trajes blancos me pongo?
¨El hueso, el crema, el beige?
Hay, los tengo en París.
No.
Voy a buscarlos.
-Chao.
-Chao.
-Blanca, siento lo que te he dicho antes, he sido un imbécil.
-Me alegro de que estés entrando en razón, todo esto está siendo muy incómodo.
No sé en qué momento perdí la perspectiva contigo, pensé que serías capaz de manejar todo esto de una manera más adulta, pero ya veo que no.
-Tienes razón.
Lo de anoche lo hice porque quería darte celos.
Me he comportado como un crío.
[♪ "Come back in my life"] Venga, vámonos.
Vámonos tú y yo.
y yo juntos, ¨cuál es el problema?
¨Estas galerías son el problema aquí?
-No, las galerías son mi vida.
Tú eres el problema, Max.
Y si no eres capaz de verlo, es que tendría que haber puesto Tierra de por medio mucho antes.
-Blanca.
-Déjame, Max.
[♪ "Come back in my life"] -Quiero a Maximiliano fuera de aquí esta misma noche.
-No es necesario.
Las cosas están claras entre nosotros.
-¨Nosotros?
Doña Blanca, lleva media vida vigilando esos pasillos, precisamente para que no... ¨Y ahora?
-Me equivoqué.
-Claro que se equivocó.
Ha cometido el peor error que podía cometer.
¨Qué pasaría si sus empleadas enterasen de que la persona que les impone un código de comportamiento es incapaz de cumplirlo?
Estamos aquí para dar ejemplo.
Para imponer el respeto que nos debemos... y que debemos a estas galerías.
-¨Qué va a hacer?
-Es usted la que tiene que solucionarlo.
[♪ música triste] -!
No me toques!
!
No me vuelvas a tocar nunca!
-Lo siento.
-Me has hundido.
[♪ música triste] -Pasa.
-Me han dicho que querías verme.
-Dime que sí.
-¨Que sí que?
-Dime que esto va a salir bien.
Ana, por favor, dime que vamos a conseguir el dinero.
Voy a subir a estar parte del legado de mi padre.
Vamos a conseguir ese dinero, ¨verdad?
-Sí.
-Gracias.
-Alberto, el legado de tu padre está por encima de unos cuantos vestidos.
Y, además, esos vestidos, vayan donde vayan, van a llevar siempre el sello de Velvet.
-Gracias.
-Por cierto, estás muy guapo.
[♪ Brandon Combs: "Dancing the groove"] -¨Cómo he sido tan tonta, Ana?
-El amor, Rita, que nos vuelve... sordas y ciegas y tontas.
¨Pero sabes una cosa?
Ese amor, aunque duele, lo cura todo.
-Eso espero, porque de esta me pongo directa a vender cupones.
[aplausos] -Gracias.
Muchas gracias.
¨No se imaginan el placer que es para mí volver a reencontrarme con ustedes y con estas galerías?
En unos minutos comenzaremos la subasta con más clase de la historia de este país.
Y todo gracias a un caballero que va a hacer que podamos disfrutar de un trozo de la historia de la moda en nuestros armarios.
Recibamos con un fuerte aplauso a Alberto Márquez.
[aplausos] -Buenas noches, muchas gracias.
Muchos se preguntarán por qué una subasta de alguna de nuestras piezas más queridas.
¨Por qué ahora?
La respuesta es fácil.
En ocasiones, para poder despegar hay que saber soltar lastre.
Y nosotros no queríamos soltarlo sin más.
Hoy van a tener una oportunidad única de adquirir trajes representativos de estas galerías.
Colecciones que convirtieron estas galerías en lo que son y en lo que siempre serán.
Un museo de la moda.
Buenas noches.
[aplausos] -Muchas gracias, Alberto.
Estás muy elegante esta noche.
Bueno, bueno, vayan preparando las chequeras porque comenzamos.
Señoritas, por favor.
Chantal Vigné, 1949.
Algunos verán un vestido de noche.
Yo, sinceramente, veo una obra de arte a la altura de Leonardo da Vinci.
Y este vestido sale a la irrisoria cantidad de diez mil pesetas.
!
Se abre la puja!
-!
10 100!
-!
10 100!
¨Alguien da más?
-10 200.
[♪ música alegre] -Y la tercera joya de la noche se la lleva el señor Valdés por 20 600 pesetas.
Enhorabuena.
[aplausos] -Solo con esto ya tenemos el dinero de los billetes.
-Entre la publicidad y el dinero que estamos recaudando, esto es muchísimo más de lo que esperábamos.
Eres un genio.
-Venus.
El mítico Venus de 1948.
No existe una mujer que no parezca una diosa dentro de él.
Su precio de salida... Aquí me ponen 12 000 pesetas, pero me niego a regalarlo.
¨Qué tal 13 000?
-!
14 000!
-!
14 000!
¨Alguien da más?
!
14 600!
!
14 600!
-!
14 700!
-!
14 700!
¨Alguien da más?
14 700 a la una.
!
14 700!
!
14 750!
-¨Habéis hecho un trabajo excelente teniendo en cuenta lo poco tiempo que había?
-!
14 850 pesetas!
-Pero que no me confundas con esa, ¨eh?
Que te faltó tiempo para chuparle la oreja.
-¨Chuparle el qué a quién?
-Mira, perdona, no te hagas el tonto conmigo, ¨eh, Mateo?
A Bárbara, lo sabes perfectamente.
-Pero se puede saber qué mosca te ha picado.
-¨Qué me has mentido otra vez?
¨El piso?
¨Eh?
Al final que te vas a buscar un pisito para ti, ¨no?
Para seguir tu vida de crápula.
Y a mí que me den dos duros.
-Pues te voy a decir una cosita.
He ido a ver un chalet al Viso.
Porque creo que tú y yo nos merecemos algo mejor.
Pero ¨sabes qué?
Que ya no lo veo tan claro.
-Mateo.
-15 950.
-15 970.
-16 000.
-16 150.
-16 200.
-16 350.
-16 500.
-16 650.
-17 000.
-17 100.
-17 200.
-17 250.
-17 300.
-17 450.
-17 475.
-17 500.
-18 900.
-!
Vendido al señor Ruiz de Somavía!
Enhorabuena, caballero.
sí, vamos a dar paso a la joya de la corona.
Les presento, damas y caballeros, al último vestido.
Lady Rubí, 1947.
Una pieza única, histórica.
[♪ música triste] -No lo puedo creer.
-Sí, lo elegimos en vez del de tu madre.
Es precioso, ¨no?
Yo creo que se va a vender muy bien.
-Esta hermosura sale a la venta por 15 000 pesetas.
-15 500.
-Así me gusta, el vestido lo vale.
15 500 para el caballero.
¨Alguien da más?
-16 100.
-16 200.
-¨Qué les parece si subimos a 16 500?
-16 600.
-¨Alguien da más?
16 600 a la una.
16 600 a las dos.
-!
17 000!
-Venga, que el pasado pasado estaba.
-¨Tu marido se ha vuelto loco?
Hemos hecho esto para sacar dinero, no para tirarlo en un vestido.
-No es un vestido cualquiera, Enrique.
Es el vestido preferido de mi padre.
-Lo siento, Alberto, no lo sabía.
-No te preocupes, no pasa nada.
Ya tenemos el dinero de los billetes.
Ahora voy a recuperar ese vestido para nuestra colección.
-Alberto, piensa.
-No te voy a permitir que me interrumpas otra vez.
-17 500.
-18 000.
-No sigas, Carlos, no hace falta.
-He visto como mirabas ese vestido y va a ser tuyo.
18 100.
-19 000.
-¨Qué les parece si subimos a 19 500, señores?
-20 000.
-25 000.
[♪ música suave ] -Hemos alcanzado una cifra digna de la pieza que estamos subastando.
¨Quieres subir más, caballero?
Piense que es la joya del catálogo.
-Carlos, no lo hagas.
Ese vestido es muy importante para él.
[♪ música suave] -¨Tú ganas, Alberto?
-Pues 25 a la 1, 25 a las 2, vas a estar bellísima, Cristina.
Adjudicado a don Alberto Márquez.
[aplausos] -Te he apuntado una lista de sitios que bajo ningún concepto puedes perderte.
-Ah, muy bien, muchas gracias.
No me puedo creer que vaya a cruzar el charco.
-Pues prepárate porque este viaje va a cambiar tu vida.
-Tío.
Bueno, él ya se iba.
Bueno, es Carlos.
-Encantado de conocerle, don Emilio.
Ana me ha hablado mucho de usted.
-El placer es mío.
Ya tenía ganas de conocerle.
De conocer al hombre que ha hecho que mi sobrina recupere la sonrisa.
-Eso no sé si es mérito mío o del viaje a Nueva York, pero yo también estoy contento de verla feliz.
Ah, bueno, buenas noches.
-Buenas noches.
-Que tengas buen viaje.
-Gracias.
-Buenas noches.
-Hasta luego.
-Fuiste tú, ¨verdad?
He sido una tonta y una cabezona, no sé cómo no pude creerte, lo siento.
[♪ música alegre] -Bueno, lo importante es que ya lo sabes.
¨No?
ahora puedes encontrar a alguien... que te quiera, pero que te quiera de verdad.
-No.
-Rita, tú eres perfecta.
-Si no pasa nada, yo ya no quiero novios.
Todos los hombres son unos mentirosos.
-Bueno, ¨todos, todos...?
-Ya, todos menos tú.
Qué suerte tiene Rosamari, Pedro.
Qué suerte.
[♪ música alegre] -La reina de la fiesta.
Debería ser un poco más simpática, teniendo en cuenta que tengo esto.
¨Está el cheque?
-Ay, sí.
Pero ¨y dónde lo tenían?
En el Paso no estaba.
-¨De verdad no te acuerdas de nada?
De ahí pusimos rumbo al Pasapoga y robaste una botella.
Y te caíste en aquel charco y después... fuimos a la taberna esa de plaza... -No, no me acuerdo, no.
-Ah, cómo no te vas a acordar si te subiste a la barra y empezaste... -Bueno, no sigas, no sigas.
No, no podría, aunque quisiera.
Y querría.
Pero a partir de ahí, nada.
-Bueno, pues espero que le dieras las gracias al camarero porque yo a ese bar te juro que no vuelvo.
-Sh, sh, sh, ¨dónde vas?
¨No te olvidas de algo?
-Mira, mira... Ana.
Bueno, ¨qué le he encontrado?
-¨El qué?
-El cheque.
-¨Y dónde estaba?
-Pues estaba en... ¨Qué más a dónde estaba?
Qué bueno que lo he encontrado, ¨no?
- Pues sí.
-Siento haberme puesto como me he puesto.
Soy una tonta.
- Bienvenida al club de las tontas.
-¨Me puedo unir?
-Aquí hay sitio para todas.
-Pues guárdame el sitio, que por aquí están pidiendo más alcohol y como soy la única que sabe dónde está.
[♪ "C'Mon little mama"] !
Ah!
Perdón, perdón, perdón.
[♪ "C'Mon little mama"] -No se detengan, por favor.
Quería darles las gracias a todos por el esfuerzo que han hecho.
La subasta ha sido un éxito.
Gracias a nuestro pasado hemos salvado nuestro futuro.
Por favor, no dejen de bailar.
[aplausos] ¨Podemos vernos arriba?
-¨Ha pasado algo?
-Lo he comprado para regalártelo.
[♪ música suave] -Gracias.
-Ha sido un error que lo pusieran en la subasta.
Ese vestido es tuyo.
-Ya no, Alberto.
Tengo que seguir con mi vida y tú con la tuya.
-¨Y por qué no sigues con tu vida enfundada en este vestido que te queda tan bien?
Carlos parece buen tipo, también se lo merece.
[♪ música suave] -Nos vemos mañana en el aeropuerto.
-Pero ponte guapa, que yo también me lo merezco.
[♪ música suave] [♪ "Time heals"] -Isabel, ¨qué haces aquí?
-Vas a tirar por la borda la amistad de 25 años por un error.
Yo podría haber hecho lo mismo contigo, Emilio.
-Sara.
-Mi padre os recibirá mañana.
Solo os puede dedicar 20 minutos.
-¨Solo?
-No tiene más tiempo.
-Pero no podemos presentarle tanto trabajo en esas condiciones.
-La primera reunión de negocios que tengo en toda mi vida.
Y nos jugamos todos muchísimo.
-Después de lo de anoche, vienes ahora como si no hubiera pasado nada.
- Pero es que tengo que... -Que no, Clara.
Que no.
Estoy cansado.
-¨Cómo os va?
-Quiere que tengamos hijos.
¨Y vosotros qué tal?
-Nos estamos conociendo y nos llevamos muy bien, pero... -¨Se puede saber qué pasa, don Mateo?
-Como todos ustedes sabrán, una pequeña delegación de las galerías está en Nueva York intentando conseguir el contrato con las aerolíneas.
Y... -Carlos, ¨qué haces aquí?
-Aeropuerto cerrado en Berlín.
Vía libre para Nueva York.
-Cuente algo de lo que vio aquí anoche.
-¨Aquí anoche?
Es que no sé de qué me está hablando.
-Mejore su interpretación.
-¨Esta es tu habitación?
-Sí.
-¨Y por qué no me invitas a pasar?
-¨Sabes lo que voy a hacer?
¨Qué se lo voy a decir?
A partir de mañana nada ni nadie va a impedir que esté con Rita.
-Por un instante pensé que podría hacerte olvidar un rato.
-De haber sido por ti, esta noche habría sido una tortura.